domingo, 29 de agosto de 2010

Siguiente nivel

Se quedó inmóvil tratando de adivinar la siguiente jugada, pero su oposición mental le perjudicaba.
Se encontraba nuevamente en una nebulosa que odiaba mucho.
La única solución: morir.
La muerte era algo que ya le había dado vuelta. No presentaba un miedo, tampoco un respeto, era mas bien una curiosidad para ver que sucedía.
Solo jalaba el gatillo y ver que sucedía, jaló el gatillo....

1 comentario:

  1. A veces siento que las jugadas que tiene la vida nadie las puede adivinar, pero cuando se saben es tan facil coartarlas con un tiro...

    un beso. !

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