viernes, 18 de febrero de 2011

Saco vacío

Frente al espejo se percató que nunca había compartido sus sentimientos con alguna persona, lo mas cercano que podía tener era el laso con sus amigos, cosa que le agradaba de manera, ellos lo conocían bien, pero el no, el cedía mucho de él, pero no robaba nada de otra persona, su saco de recuerdos ajenos estaba tan vacío como un estero virgen en un bosque oculto.

Trataba de hacer memoria por qué la mujer que creía haber amado sufría algunas veces y no encontraba respuestas, tampoco se acordaba de que la hacía reír y que llorar. Indagó mas allá y no encontraba a nadie en esa situación, toda la gente era vacía para el, ya que no se acordaba y no los entendía.

Pero se acordaba perfectamente de como la gente si lo conocía, era tan fácil saber como actuaba o como reaccionaría que eso le producía una desventaja.

El conocer gente era tan veloz como el reemplazarlas, y su saco seguía vacío esperando que llegara algún sentimiento o un dato de alguna persona.

Seguía afrontando esa soledad que lastimaba pero que a el le daba satisfacción, estaba dispuesto de esperar solo un par de personas para colocarlas en ese saco. Era grato el compartir, pero ingrato tratar de adivinar como eran ellos por dentro.

Tan solo seguía esperando que llegaran las personas adecuadas.