martes, 26 de junio de 2012

El cielo


El cielo era la parte mas alejada para los hombres, pronto descubrieron formas para que esa lejanía empezara a disminuir.
Construyeron alas para igualar a los padres pájaros, pero sus intentos fueron cayendo uno a uno, en igual número de hombres.
Luego, el metal y su infinidad de aleaciones, trajeron la inventiva para el desarrollo de colosales bestias que surcaban el aire y rededor. Pero la madre naturaleza impedía su mantenimiento, provocando el descenso de estas bestias mecánicas, fundiéndolas con fuego una vez que tocaban el suelo.
Pero cuando todos dejaban las ganas de acercarse al techo celestial, se dieron cuenta en la espiritualidad y la ayuda de los folículos de la piel terrestre.
Muchas hojas ayudaron a alcanzar un estado de relajación, a tal punto de unir en un solo instante la parte espiritual con el anhelo de volar.
Este paso ayudó a entender mucho mas los rituales que se llevaban a cabo desde antes del comienzo de las cosas, donde las respuestas se hallaban en bloques de plata, sellados en ánforas custodiadas por cóndores dorados y águilas de fuego.
Los hombres entendieron que el volar solo requería entusiasmo, tranquilidad y relajación, pronto el sueño nació y fue entregado a las mujeres, las cuales si tenían sueños, las cuales si podían volar, los hombres mientras tanto, requerirían de muchos pasos para lograr volar, los dioses les otorgaron la destreza de la caza, con la cual pudieron mantener tranquilidad a su entorno, produciendo en todo lo que lo rodeaba una armonía colosal. Pronto entendió que la única herramienta capaz de hacerlo volar era la unión con la mujer